viernes, 17 de noviembre de 2017

Trabajar no es la opción


Esto me aburre, es monótono y no me aporta nada. Mientras muerdo mi bolígrafo y cuento las horas hasta que por fin se acabe esta semana, me quito sigilosamente un zapato. Siento con la planta del pie el suelo frío. Mi manicura, perfecta, baila en conjunto con mi pie, en círculos. Como aquella vez, cuando estabas de rodillas delante de mí y mis pequeños dedos jugaban con tu lengua, siempre húmeda y dispuesta a complacer.